Aprender con emociones
- larribasd
- 13 nov 2018
- 1 Min. de lectura
Actualizado: 5 ene 2019
La neuroeducación o neurodidáctica es la combinación de la neurociencia con la pedagogía o psicología cognitiva.
El aprendizaje se basa en la creación de nuevas conexiones entre neuronas o en el reforzamiento de conexiones ya existentes.
La función ejecutiva, que se encuentra en el lóbulo frontal, se encarga de la parte racional del cerebro. La emoción, ubicada en la amigdala es la que promueve a los neurotransmisores que ejecutan la función ejecutiva. Por lo tanto, el aprendizaje necesita de la emoción. "Un aprendizaje que consigue movilizar emociones, raciocinio, toma de decisiones, memoria a largo término, es un aprendizaje que va a quedar mucho más consolidado"
El estrés puede alterar el patrón de conexiones cerebrales, afectando a la gestión emocional, la memoria y la toma de decisiones.
¿Es "empollar" la mejor manera de aprender? No, el cerebro no aprende de esta manera... Se aprende por contextualización, no por memorización, sino por metodologías como el trabajo por proyectos, aprendizaje basado en problemas, o "cualquier metodología que sea salir del aula a la realidad o hacer entrar la realidad en el aula".
Las neuronas espejo reflejan en nuestro interior lo que vemos fuera. Hacen que entendamos y empaticemos con los contenidos. Se aprende mucho más colaborativamente que competitivamente.
La adquisición de conocimientos precisa de motivación, y esta no se consigue de forma pasiva, permaneciendo sentados en el aula. El alumno debe ser sujeto activo, mental y físicamente. Después de hacer ejercicio físico, sobre todo aeróbico, mejora el aprendizaje por mejora de la plasticidad mental.
Un aprendizaje que nos emociona, nos gusta = aprendizaje permanente.
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